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Para ti.

Tiembla, retumba, gorgorea el latido acelerado de la anfetamina en la espuma, sobre los teoremas, sobre los pétalos clavados en el ataúd, unción supurante de apreturas y rinconcitos Rayones en los caminos mutados en artes enfermas Parados henos aquí, de memoria, como símbolo numérico, con el alma hecha hueco de azules antígenos y boreales amaneceres Malos riffs en el aullar de las aves, las almas gemelas fotógrafas de nórdicos seres de marfil, bailes alquímicos a la caricia de labios, brebajes sintéticos rodando sobre la cama Amputación de lenguajes por toneladas de besos Múltiples apariciones alienígenas maúllan ahora en mi pecho, trazan los moretones, los óleos, el lienzo de la sexualidad infinita Restos de áreas funestas de diástoles y concubinas, rociaron con el néctar un mantra: el olor de mi sien, articulación y placer arquetípico de pistilos, de hierbas, de hojas, de arpas de ángel y su músico romboide como dosificación aromática, tatuados en mis ojos como el color del vino Pinturas preciosas de onda marina, altar de basura nocturna, relleno oceánico y un arrabal de sonidos primitivos Las armas de árabes con ojos semánticos, como el olor de mil almas y el marginal de las flores, querubines acéfalos jugando en el teatro selvático, de milenarios espíritus bailando foxtrot en el volcán, regados sobre la arena, vueltos alas y rocío

Un animal se desdobla se hace ramificación, nace a vibraciones su luz diamantada, se riega en el corazón de los niños El arco de la alianza rellena con sustancias alotrópicas, con galaxias, con piedras de cobalto, con rupias hechas versículos Jurar que hicimos el amor con dios, sobre sus múltiples islas, jurar que hicimos el amor en sus manifestaciones, en los vívidos ayeres, en las manchas del cielo como las criaturas en el agua Hubo una música invencible, árticos secos de aserrín con azufre, con armas automáticas derritiéndose en mis muñecas, como el falo de hierro brotándome de entre los pechos Una araña gigante de espinas, de rubíes y palabras preciosas con profundidad de laringe, huecas, ásperas e irreconocibles Perfumes verdosos derramados en mi pubis, en mi frente de árbol, en la rueca de mi anciana fiereza, tejiendo los brazos a los niños que no naceré, que no se abrirán el corazón con un beso o a una bestia salvaje dividida en un número infinito de hilos y plumajes Danzaría al sol ennegrecido, quemaría la salvia no fumada, al articular de mis músculos en mi auto-defunción, en mi desintegración asintomática, en la mirada de los pájaros al alimentarse en mi vientre por el dolor de tu pecho, órgano sexual vibrando notas graves, haciendo un réquiem para todos los que estamos jodidos Una gota de cielo en mis cabalgatas salvajes, el ruido y el caracol derramado en mis nalgas, al galopar de las olas, las sirenas, el roce de la arena como inmolación programada, como los santos del cielo desorbitados a carcajadas El ruido que hacen las flores, las áreas verdes bicromadas del inframundo, del supramundo, de las fibras uterinas de las pléyades desiertas, sus felinos automáticos, mis dedos que no se detienen // Estoy condenada a cantar

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He aquí en las notas los planetas, las partículas subatómicas, la encrucijada y la belleza de los universos paralelos, el pálpito de una llamarada, la extracción intravenosa de los neutrinos y su destello, por el calor de la flecha penetrando la tierra, al golpeteo de un tambor, de una música ingenua grabada en el pandemónium de los ratigados, de los sulfurosos, de aquél crotoro enunciativo y las crípticas palabras deshechas en el cielo, en la luz del sonido, en la evangelización de motores apagados, en recovecos y cúspides sobre detonación asistida

Hacer figurativos carteles con letras infrarrojas, con países nómadas y escrituras salvajes haciendo marcas en tu rostro de luna Campanas y clavicordios de contrabando en mi cuerpo, conciertos ferales apaciguando mutantes Agua, lluvia, llanto acumulado en la matriz de mis ojos Velocidad no cumplida Evaporación en las nubes, distritos antiguos surgiendo en otros planetas, domesticación obligada por instrumentos de viento que cuelgan entre mis piernas Bramidos de bestias al plexo solar en mis dedos, reverberación indulgente, ánimos por sublimarme en nuestro placer pirotécnico Carreteras circulares y robótica pitera pos modernista Vírgenes Balcánicas maceradas en las luces del arrabal

Hoy, contigo aquí, invito a las bestias a comer mis sonidos de ave, mis pies de gaviota, mis alas de jaguar, mis manos pluviales y mi espalda neptúnea Anden, vengan y coman de mis muslos ferales, destacen mi abdomen de cielo apagado, a mi vientre erguido con sabor a tu pecho Mastiquen mi cuello obsidiana mis clavículas rotas y mis brazos cometa Digieran completas mis manos nucleares Deshágannos en partículas, en insectos, en vida silvestre, en el pedazo de cielo que se crea en nuestras bocas cuando nos hablamos, en ese mundo que no tiene anclaje gravitacional Hagámosle fiesta a los monstruos para que vengan a lamer nuestros rincones a fumar nuestros cuerpos a deshacer con sus jugos la calamidad de estar lejos ∞