arcade

un hombre con rayos por boca · como cromosomas fosforescentes, como ríos de piezas fibrosas cóncavas y azules · otra vez me convertí en poema, en unas piernas frías, como los dedos de dios, como los cosmonautas o los exploradores tropicales rompiendo pétalos salvajes húmedos y temblorosos que son el vientre de una ciudad perdida en medio de la maleza de la perpendicularidad del sonido, vuelve a mi un alma hecha lípidos y ventanas y diagonales

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otra vez un cóxis, otra vez una atmosfera compacta, otra vez las manos dentadas de las cosas futuras como penumbra y dentritas, otra vez la música, otra vez las caderas de niños rotos, otra vez las cifras y las columnas de humo como espirales metálicos abriéndose paso entre los músculos del mundo, otra vez una nube borrosa y pixeleada, otra vez su mirada negra y sus dientes de helio, otra vez los caballos verdosos creciéndole en medio de los ojos

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la búsqueda continúa, como los desdoblamientos y alucinaciones inducidas, como la sonrisa de los humanos de sal · el alma feral de un hombre que juega en las olas o un ser iluminado gracias a su exoesqueleto o ése animal amputado que vive dentro de una cueva · como los días son contados, los granos de arena posponen las caídas de los ángeles, están los seres intravenosos que se cuelan por nuestras pupilas y las líneas se vuelven arena también como los nudos planchados en las líneas o cigarros

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las vibraciones y los números brincan en los árboles · hay nidos de oscuridad en las ventanas de los ciegos en la boca de las vírgenes que se acuestan boca abajo y son violadas por perros lanudos venidos de otras galaxias · es la conspiración de otros seres los que nos dicen qué es lo que sueño, como mi mundo pálido color jazmín, como agachar la mirada y volverse tipo de cambio, como un organismo transfigurado en una repetición infinita como las serpientes brotándome de la boca